jueves, 10 de noviembre de 2016

BIG DATA al servicio de la Educación


 
Big Data, el término que designa los datos masivos en el mundo de la informática, podría revolucionar el mundo de la educación. Y no es solo una palabra de moda, tanto en el mundo de los negocios, como en la política o la medicina, todos los días escuchamos hablar de Big Data, que se refiere a la recolección y análisis de grandes volúmenes de datos. Pero ¿cómo se puede aplicar a la educación?


La próxima revolución

Si no sabe cómo se utilizarán los datos masivos informáticos en el mundo del aprendizaje, no se preocupe, usted no es el único. Quizá, la perspectiva de un experto en la materia nos pueda ayudar: Kenneth Cukier es editor de la revista The Economist y coautor de un libro sobre el tema. Nos encontramos con él en el Reino Unido.

Nuestra cita transcurre en Londres, pero es en Silicon Valley, California, donde Kenneth Cukier descubrió la utilidad de los datos masivos. Este periodista estadounidense es el gurú de Big Data y multiplica publicaciones y conferencias sobre el tema desde hace 5 años.

Su ecuación es simple, si estos datos se analizan con precisión, entonces son un tesoro que puede ayudar a anticipar cualquier problema o deseo para miles de personas.

“Muchos aspectos de la vida cotidiana se transforman en información, en forma de datos numéricos. Como, por ejemplo, la localización de una persona, las calorías que consume o los sitios web que visita. Si observamos detenidamente estos datos y todo lo que se puede hacer con un gran cuerpo de datos, es algo que simplemente no podríamos hacer con pequeñas cantidades de datos.”

Cada día se graban miles de millones de datos con dispositivos móviles electrónicos. Ese mundo paralelo es Big Data. La comercialización de dichos datos es todo un fenómeno. 

En “La revolución de los datos masivos” Kenneth Cukier describe cómo el universo educativo puede beneficiarse de esos datos. 

“Lo que ha sucedido en Estados Unidos, con los cursos en línea, llamados MOOCs, cursos masivos abiertos en línea, es que los profesores pueden ver cuando los estudiantes están viendo sus cursos, y cuando se detienen, cuando releen una lección. Y un profesor de Standford se dio cuenta de que hacia la lección siete u ocho todos los estudiantes regresaron a la lección número tres. Esa lección era una clase de repaso de matemáticas y mostraba que a medida que los estudiantes avanzaban más en el curso, estaban menos seguros de sus bases en matemáticas. Normalmente, un profesor no tiene porqué saber que la clase se está quedando atrás… pero de repente, el profesor podía ver esto en los datos y podía aprender dos cosas. En primer lugar, que debía preparar mejor a sus alumnos. Y en segundo, que debía insistir más en esa dificultad en particular ya que los estudiantes se detenían y regresaban a esa lección.”

En realidad, Kenneth Cukier anuncia la revolución Big Data. Una educación a la carta que se adapta a las necesitades de cada uno.

“Tenemos que proponer a nuestros hijos otro sistema educativo ya que éste fue concebido en una época diferente, en la era industrial, mecanicista, basada en una línea de montaje. Ahora se puede adaptar a las recomendaciones de Amazon y google que se ajustan exactamente a nuestros intereses. Necesitamos una educación que se adapte a nuestras necesidades y esa es la mejor manera de aprender.”

Cukier insiste en lo positivo pues el profesor puede adaptar su método, en tiempo real, en función de cada alumno.

Pero la utilización de estos datos que conciernen nuestra privacidad podría perjudicarnos. 



Big Data asusta tanto como Big Brother

Imagínese que las universidades pudieran monitorear lo que escribe cada estudiante en su teclado, para analizar su aprendizaje y ofrecerle una tutoría personalizada.

En la Universidad Estatal de Arizona, las clases de matemáticas ahora se dan por ordenador. Hoy, los alumnos están repasando para los exámenes finales.

Y la profesora ya no es el única que les ayuda en sus estudios. Un software recoge toda la información y datos de cada estudiante. Como las notas, las habilidades y dificultades, e incluso sus vacilaciones al usar el ratón del ordenador.

“Es un método muy personalizado que se adapta a las necesidades de cada alumno, nos explica Irene Bloom. Por ejemplo un estudiante puede avanzar sin problemas en una asignatura, mientras que otro necesitará más trabajo y el sistema se adapta en función de cada cual.”

Entonces, unos algoritmos predictivos, desarrollados por científicos, comparan las estadísticas con los datos recogidos entre decenas de miles de estudiantes. El material se personaliza automáticamente y se aplica a la enseñanza. Clayton Wilkins, estudiante en la Universidad Estatal de Arizona, ve este sistema como una forma de avanzar más rápido:

“El sistema detecta que estás avanzando y te da más trabajo para que puedas seguir.”

Para Xiomy Perez es también una gran ayuda: 

“Me ayuda a saber en qué debo centrarme y si tengo que repasar las fracciones o las proporciones.”
De vuelta a su oficina, la profesora Irene Bloom puede observar cómo progresa su alumna gracias a los datos que revela el sistema. Y el software le avisa automáticamente si la estudiante se queda atrás.
“Consulto los datos y veo que esta alumna ha completado al 99% los objetivos de aprendizaje y este otro en un 98%. Así que son pocas las cosas que se le resisten. Aquí puedo ver en qué tiene más dificultades. Luego las veremos juntas para tratar de solucionarlo.”


La licencia de este software es bastante cara y le cuesta a cada estudiante cien dólares al mes. Paradójicamente el objetivo de la universidad es reducir el abandono de los estudios e incrementar sus ingresos por derechos de matrícula. 

Con la crisis económica, la universidad ha perdido el 50% de su financiación estatal en los últimos cinco años.

Art Blakemore es el vicerrector de la Universidad Estatal de Arizona:

“Nuestro objetivo principal es conseguir que los estudiantes logren terminar sus estudios. Además es un buen sistema para retener a los estudiantes que seguirán pagando sus matrículas.”

La tasa de éxito de la Universidad Estatal de Arizona ha aumentado un 13% y el abandono se redujo en un 54% durante el primer año. Para esta joven estudiante, el aprendizaje adaptativo es una forma de garantizarse el éxito.

“Nadie se queda atrás, dice Aspen Cooper. La tasa de aprobados es muy alta en esta clase. La única razón por la que un estudiante no pasa, es porque no le dedica tiempo al sistema.”

Más de 5 millones de estudiantes utilizarán dentro de poco este innovador sistema de aprendizaje adaptable y apropiación tecnológica. La revolución de la enseñanza sigue en marcha…



Los futuros “crack” de los datos numéricos

Siete universidades chinas ofrecen programas de estudios sobre el tratamiento científico de datos informáticos. El objetivo es lograr 40.000 nuevos expertos antes de finales de año. Parece que China se va a convertir un país líder en Big Data o tratamiento de datos masivos.

La Universidad Jiaotong de Pekín es una de las principales universidades en tecnologías de la información en China. Desde septiembre, además, se ha convertido en una de las siete universidades piloto que ponen a prueba el primer programa chino de tratamiento de datos masivos .

En este taller, los estudiantes aprenden a servirse de los comentarios y valoraciones de los clientes en el sitio web de un restaurante. 

Xing Xin es profesor en Tecnologías de la Información:

“Lo que hacemos aquí es captar los datos de los teléfonos móviles de los clientes. Analizamos cómo utiliza el usuario la aplicación para analizar lo que le gusta y lo que no le gusta. Una vez que entendemos sus preferencias, compartimos los resultados.” 

Unos ochenta estudiantes se han inscrito a este nuevo programa de estudios.

Es un programa duro y pasan mucho tiempo ante el ordenador. Pero las oportunidades de trabajo son realmente interesantes, como asegura Zhao YiFan, estudiante en la Universidad Jiaotong de Pekín
:
“Ahora todo el mundo tiene teléfono móvil y ordenador y mucha gente utiliza aplicaciones para comprar cosas en Amazon. Además todo el mundo tiene una cuenta en facebook, y realiza búsquedas en Google. Y eso nos proporciona cada día millones de datos. Y para hacer negocio hay que saber qué es lo que a la gente le gusta realmente.”

El análisis de datos masivos se basa las tecnologías de IBM, pues esta empresa estadounidense tiene un programa para formar a profesores universitarios. 

Eric Guan es ingeniero de IBM y supervisa estos cursos. Para él, una empresa privada puede ayudar mucho al sector público.

“Los estudiantes no sólo tienen que saber recolectar datos masivos, sino que también tienen que saber cómo utilizarlos en la economía y en los diferentes sectores industriales tales como la banca, las finanzas, o en los seguros. Tienen que saber cómo estos datos masivos pueden ayudar a solucionar los problemas de las nuevas industrias para aumentar su volumen de negocio. Por ejemplo, en el sector de la banca, los datos masivos se utilizan para la gestión de riesgos o fraudes, ese tipo de cosas.”
Estos estudiantes de la Universidad Jiaotong serán algunos de los pioneros en el tratamiento de datos informáticos en el mundo. A finales de año, China planea ampliar su programa a otras cien universidades del país.

Entonces, ¿Big Data o el tratamiento de datos masivos puede revolucionar el sistema educativo o es simplemente una moda? Envíenos sus comentarios a través de nuestras redes sociales. Nos vemos la próxima semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTA AQUI