jueves, 12 de septiembre de 2013

El Afroperuano más peruano

(Por Jorge Luis Huayta)
 
Prender la vieja televisión del abuelo o verla nada más en la esquina de la tienda del querido “chino” era el momento sublime de un pueblo. No lo viví pero todos lo oímos y lo vemos aún en los viejos videos con imágenes con un tono sepia místico  –  el blanco y negro del televisor enorme que era tan señorial – allí donde el grito ¡Gol de Cubillas y Perú vence en el mundial¡ era el unísono del crisol de pieles peruanas… un deporte y unos 11 guerreros en los estadios mexicanos rendían homenaje póstumo a las víctimas de Huaraz en los años del hippie activista social y de los astronautas que desafiaban gravedades.
 
Haber, el mundo ya veía a través del deporte rey el rostro del Perú multiétnico pero sobre todo de un Perú como muchos países de este lado del charco que mostraban el rostro afro-descendiente de deportistas en este caso que sin olvidar raíces, adoptaron por generaciones esta nación que voluntariamente o no para sus ancestros ganaron sus corazones y ellos respondían con entrega orgullosa en estas competencias deportivas que han servido sin lugar a un ápice de duda a reconocer y valorar el enorme aporte deportivo, cultural, social y más de nuestros afro- descendientes hijos de la patria, tan africanos como tan latinos y tan indígenas, porque ellos también nos adoptaron. El Perú construye también su identidad en base a las raíces importadas de seres humanos con riquezas en su memoria y en sus prácticas que idealiza a nuestra nación como un abanico interminable de rostros, entre ellas la de los afros que inmortaliza una cultura expandida por todo el mundo con alma de tierra pura floreciente y una piel de un inmejorable oro negro.