domingo, 27 de noviembre de 2016
lunes, 21 de noviembre de 2016
domingo, 20 de noviembre de 2016
¿Se puede ser un hacker en la escuela? - Conferencia de Valentin Muro
"El hacker es necesariamente un rebelde, es anti-establishment, siempre va a ser una persona que lo va a cuestionar todo y que va a entender que las soluciones que tenemos son siempre provisorias. Por eso el hacker, por lo general, trabaja en un caos organizado; hay una cuestión anti-institucional que no se puede pasar por alto. Incluso las agrupaciones de hackers rara vez se reconocen como instituciones. Pero antes que en el tema de la educación pensemos en el conocimiento en general. Y un caso claro de aplicación de la cultura libre de la ética hacker al conocimiento es el de Wikipedia: es la idea de que podemos hacer una plataforma con el conocimiento acumulado de la humanidad. Y eso no entra en contradicción con lo que la mayoría de nosotros deseamos que suceda en las aulas. Para empezar, tenemos que repensar el rol del docente, que debe ser una autoridad, pero respecto a la disciplina, no respecto a los conocimientos. El docente no es el que sabe y que le va a trasmitir de forma vertical los conocimientos a los estudiantes, sino que va a aprender junto a ellos, y si algo no se sabe hay una plétora de recursos que pueden utilizar tanto el docente como los estudiantes para trabajar al respecto".
"La pregunta que dio origen a esto es si se puede ser un hacker en la escuela y qué implicaría eso. La idea consiste en abrir espacios en donde pensemos simultáneamente en maneras alternativas de aprender; la propuesta concreta es la de generar espacios que hemos llamado “hackerspaces” o “makerspaces”, donde se pueden explorar todas estas formas alternativas de hacer las cosas y ver si resultan beneficiosas, para luego, si funcionan, incorporarlas a la educación en todos sus niveles. Nos interesa la idea de que hackear el funcionamiento del mundo interno de un aula es algo que pueden hacer tanto los docentes como los estudiantes trabajando en conjunto. La propuesta de instalar un make space (o espacio para la creación) implicaría esta noción de aprender haciendo y esta manera de poner a prueba ciertas ideas, por más que sean extrañas, sabiendo que tampoco hay mucho riesgo: la idea no es hacer cambios estructurales a gran escala sino hacer pequeños cambios e inmediatamente ver si funcionan o no".
Valentin Muro, filósofo argentino lo define en una conferencia realizada en Lima - Perú... No podemos dejar de invitarlos a ver el video enlace de Vista Educativa. Sentados y a escuchar al gran Valentín en nuestro País.
www.vistaeducativa.blogspot.com
sábado, 12 de noviembre de 2016
jueves, 10 de noviembre de 2016
BIG DATA al servicio de la Educación
Big Data, el término que designa los datos masivos en el mundo de la
informática, podría revolucionar el mundo de la educación. Y no es solo
una palabra de moda, tanto en el mundo de los negocios, como en la
política o la medicina, todos los días escuchamos hablar de Big Data,
que se refiere a la recolección y análisis de grandes volúmenes de
datos. Pero ¿cómo se puede aplicar a la educación?
La próxima revolución
Si no sabe cómo se utilizarán los datos masivos informáticos en el
mundo del aprendizaje, no se preocupe, usted no es el único. Quizá, la
perspectiva de un experto en la materia nos pueda ayudar: Kenneth Cukier
es editor de la revista The Economist y coautor de un libro sobre el
tema. Nos encontramos con él en el Reino Unido.
Nuestra cita transcurre en Londres, pero es en Silicon Valley, California, donde Kenneth Cukier
descubrió la utilidad de los datos masivos. Este periodista
estadounidense es el gurú de Big Data y multiplica publicaciones y
conferencias sobre el tema desde hace 5 años.
Su ecuación es simple, si estos datos se analizan con precisión,
entonces son un tesoro que puede ayudar a anticipar cualquier problema o
deseo para miles de personas.
“Muchos aspectos de la vida cotidiana se transforman en información,
en forma de datos numéricos. Como, por ejemplo, la localización de una
persona, las calorías que consume o los sitios web que visita. Si
observamos detenidamente estos datos y todo lo que se puede hacer con un
gran cuerpo de datos, es algo que simplemente no podríamos hacer con
pequeñas cantidades de datos.”
Cada día se graban miles de millones de datos con dispositivos
móviles electrónicos. Ese mundo paralelo es Big Data. La
comercialización de dichos datos es todo un fenómeno.
En “La revolución de los datos masivos” Kenneth Cukier describe cómo el universo educativo puede beneficiarse de esos datos.
“Lo que ha sucedido en Estados Unidos, con los cursos en línea, llamados MOOCs,
cursos masivos abiertos en línea, es que los profesores pueden ver
cuando los estudiantes están viendo sus cursos, y cuando se detienen,
cuando releen una lección. Y un profesor de Standford se dio cuenta de
que hacia la lección siete u ocho todos los estudiantes regresaron a la
lección número tres. Esa lección era una clase de repaso de matemáticas y
mostraba que a medida que los estudiantes avanzaban más en el curso,
estaban menos seguros de sus bases en matemáticas. Normalmente, un
profesor no tiene porqué saber que la clase se está quedando atrás… pero
de repente, el profesor podía ver esto en los datos y podía aprender
dos cosas. En primer lugar, que debía preparar mejor a sus alumnos. Y en
segundo, que debía insistir más en esa dificultad en particular ya que
los estudiantes se detenían y regresaban a esa lección.”
En realidad, Kenneth Cukier anuncia la revolución Big Data. Una
educación a la carta que se adapta a las necesitades de cada uno.
“Tenemos que proponer a nuestros hijos otro sistema educativo ya que
éste fue concebido en una época diferente, en la era industrial,
mecanicista, basada en una línea de montaje. Ahora se puede adaptar a
las recomendaciones de Amazon y google que se ajustan exactamente a
nuestros intereses. Necesitamos una educación que se adapte a nuestras
necesidades y esa es la mejor manera de aprender.”
Cukier insiste en lo positivo pues el profesor puede adaptar su método, en tiempo real, en función de cada alumno.
Pero la utilización de estos datos que conciernen nuestra privacidad podría perjudicarnos.
Big Data asusta tanto como Big Brother
Imagínese que las universidades pudieran monitorear lo que escribe
cada estudiante en su teclado, para analizar su aprendizaje y ofrecerle
una tutoría personalizada.
En la Universidad Estatal de Arizona, las clases de matemáticas
ahora se dan por ordenador. Hoy, los alumnos están repasando para los
exámenes finales.
Y la profesora ya no es el única que les ayuda en sus estudios. Un
software recoge toda la información y datos de cada estudiante. Como las
notas, las habilidades y dificultades, e incluso sus vacilaciones al
usar el ratón del ordenador.
“Es un método muy personalizado que se adapta a las necesidades de
cada alumno, nos explica Irene Bloom. Por ejemplo un estudiante puede
avanzar sin problemas en una asignatura, mientras que otro necesitará
más trabajo y el sistema se adapta en función de cada cual.”
Entonces, unos algoritmos predictivos, desarrollados por
científicos, comparan las estadísticas con los datos recogidos entre
decenas de miles de estudiantes. El material se personaliza
automáticamente y se aplica a la enseñanza. Clayton Wilkins, estudiante
en la Universidad Estatal de Arizona, ve este sistema como una forma de
avanzar más rápido:
“El sistema detecta que estás avanzando y te da más trabajo para que puedas seguir.”
Para Xiomy Perez es también una gran ayuda:
“Me ayuda a saber en qué debo centrarme y si tengo que repasar las fracciones o las proporciones.”
De vuelta a su oficina, la profesora Irene Bloom puede observar cómo
progresa su alumna gracias a los datos que revela el sistema. Y el
software le avisa automáticamente si la estudiante se queda atrás.
“Consulto los datos y veo que esta alumna ha completado al 99% los
objetivos de aprendizaje y este otro en un 98%. Así que son pocas las
cosas que se le resisten. Aquí puedo ver en qué tiene más dificultades.
Luego las veremos juntas para tratar de solucionarlo.”
La licencia de este software es bastante cara y le cuesta a cada
estudiante cien dólares al mes. Paradójicamente el objetivo de la
universidad es reducir el abandono de los estudios e incrementar sus
ingresos por derechos de matrícula.
Con la crisis económica, la universidad ha perdido el 50% de su financiación estatal en los últimos cinco años.
Art Blakemore es el vicerrector de la Universidad Estatal de Arizona:
“Nuestro objetivo principal es conseguir que los estudiantes logren
terminar sus estudios. Además es un buen sistema para retener a los
estudiantes que seguirán pagando sus matrículas.”
La tasa de éxito de la Universidad Estatal de Arizona ha aumentado
un 13% y el abandono se redujo en un 54% durante el primer año. Para
esta joven estudiante, el aprendizaje adaptativo es una forma de garantizarse el éxito.
“Nadie se queda atrás, dice Aspen Cooper. La tasa de aprobados es
muy alta en esta clase. La única razón por la que un estudiante no pasa,
es porque no le dedica tiempo al sistema.”
Más de 5 millones de estudiantes utilizarán dentro de poco este
innovador sistema de aprendizaje adaptable y apropiación tecnológica. La
revolución de la enseñanza sigue en marcha…
Los futuros “crack” de los datos numéricos
Siete universidades chinas ofrecen programas de estudios sobre el
tratamiento científico de datos informáticos. El objetivo es lograr
40.000 nuevos expertos antes de finales de año. Parece que China se va a
convertir un país líder en Big Data o tratamiento de datos masivos.
La Universidad Jiaotong de Pekín
es una de las principales universidades en tecnologías de la
información en China. Desde septiembre, además, se ha convertido en una
de las siete universidades piloto que ponen a prueba el primer programa chino de tratamiento de datos masivos .
En este taller, los estudiantes aprenden a servirse de los
comentarios y valoraciones de los clientes en el sitio web de un
restaurante.
Xing Xin es profesor en Tecnologías de la Información:
“Lo que hacemos aquí es captar los datos de los teléfonos móviles de
los clientes. Analizamos cómo utiliza el usuario la aplicación para
analizar lo que le gusta y lo que no le gusta. Una vez que entendemos
sus preferencias, compartimos los resultados.”
Unos ochenta estudiantes se han inscrito a este nuevo programa de estudios.
Es un programa duro y pasan mucho tiempo ante el ordenador. Pero las
oportunidades de trabajo son realmente interesantes, como asegura Zhao
YiFan, estudiante en la Universidad Jiaotong de Pekín
:
:
“Ahora todo el mundo tiene teléfono móvil y ordenador y mucha gente
utiliza aplicaciones para comprar cosas en Amazon. Además todo el mundo
tiene una cuenta en facebook, y realiza búsquedas en Google. Y eso nos
proporciona cada día millones de datos. Y para hacer negocio hay que
saber qué es lo que a la gente le gusta realmente.”
El análisis de datos masivos se basa las tecnologías de IBM, pues esta empresa estadounidense tiene un programa para formar a profesores universitarios.
Eric Guan es ingeniero de IBM y supervisa estos cursos. Para él, una empresa privada puede ayudar mucho al sector público.
“Los estudiantes no sólo tienen que saber recolectar datos masivos,
sino que también tienen que saber cómo utilizarlos en la economía y en
los diferentes sectores industriales tales como la banca, las finanzas, o
en los seguros. Tienen que saber cómo estos datos masivos pueden ayudar
a solucionar los problemas de las nuevas industrias para aumentar su
volumen de negocio. Por ejemplo, en el sector de la banca, los datos
masivos se utilizan para la gestión de riesgos o fraudes, ese tipo de
cosas.”
Estos estudiantes de la Universidad Jiaotong serán algunos de los
pioneros en el tratamiento de datos informáticos en el mundo. A finales
de año, China planea ampliar su programa a otras cien universidades del
país.
Entonces, ¿Big Data o el tratamiento de datos masivos puede
revolucionar el sistema educativo o es simplemente una moda? Envíenos
sus comentarios a través de nuestras redes sociales. Nos vemos la
próxima semana.
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