jueves, 19 de mayo de 2016

ENTREVISTA: Ser niño en la era digital

En esta entrevista, Yalda Uhls, autora del libro Mamás mediáticas y papás digitales, reflexiona sobre diversos temas que nos preocupan en relación con nuestros estudiantes e Internet.





¿Las redes sociales están arruinando a tu hijo? ¿Cuánta actividad en internet es considerada demasiado? ¿Qué significado tiene FOMO (Fear Of Missing Out: miedo a perderse), sexting, selfies y los mensajes de texto para los adolescentes? Para responder a estas y otras preguntas, Yalda T. Uhls escribió: Mamás mediáticas y Papas digitales: un acercamiento a la crianza de los hijos en la era digital (Bibliomotion, 2015). Después de pasar más de 15 años como una exitosa directora y productora de películas de Hollywood, cambio de tema a los 40 años: obtuvo un doctorado en psicología infantil en UCLA. Ahora trabaja como Directora de Alianzas Comunitarias Creativas para Common Sense Media en Los Ángeles, mientras continúa sus investigaciones con UCLA. A la vez, es madre de dos adolescentes.

En Mamás mediáticas y Papas digitales, Uhls revela muchos puntos de vista sobre la crianza del niño así como sorpresas sobre el género: las mujeres mayores de 18 años forman un porcentaje mayor en la comunidad gamer (asiduos a los videojuegos) que el de los hombres; "compras" y "emocionada" son las palabras más usadas en mujeres de 13 a 65 años en Facebook. En comparación, las palabras tipeadas más frecuentemente por los hombres suelen ser palabras de 4 letras que comienzan con "F", además de "futbol" y "Xbox". Los medios sociales y la vida real se cruzan de manera interesante. Pero ¿qué podemos hacer en un mundo en el que Facebook, con sus 1,35 billones de perfiles, puede ser considerado el segundo "país" más grande del mundo? 

Con el apoyo de la investigación académica revisada por expertos centrados en el impacto social de la tecnología, Mamás mediáticas y Papas digitales, rompe los complejos de una manera amigable, accesible, por lo que es una lectura de gran utilidad, en última instancia, tranquilizante para cualquier escéptico frente al gran impacto que los medios sociales podrían tener en las mentes de los jóvenes.

Paula Lee habló con Uhls acerca de su nuevo libro. Esta entrevista fue editada en virtud de la claridad y para no exagerar su extensión.

PL: Los medios sociales han revolucionado la interacción entre humanos. ¿Por qué hay tanta ansiedad respecto a la exposición de los niños a los medios de comunicación?

YU: Los niños aman las redes sociales porque les da acceso a sus pares y les permite realizar muchas tareas de desarrollo naturales como las relacionadas con el desarrollo de la identidad. Sin embargo, los niños de hoy viven su adolescencia tanto en línea como fuera de ella y, esencialmente, necesitan aprender acerca del mundo social en ambos espacios. Esto significa que el potencial de cometer errores es más grande que nunca. Los adultos cometen errores todo el tiempo y postean contenidos inapropiados. Pero con los cerebros en desarrollo de los adolescentes y un aprendizaje social en ciernes, es casi una tormenta perfecta.

PL: Francamente, parece como si los medios sociales afectaran de alguna manera el comportamiento de manera indeleble, como los hámsteres que presionan un botón de "recompensa" conectado a su cerebro.

YU: Todo lo que sucede fuera de línea sucede en línea, a menudo con más intensidad. Además, las investigaciones muestran que los cerebros de los adolescentes reaccionan a la exclusión social de manera más poderosa que en otras edades. Dejar a sus familias y encontrar una nueva: sus amigos, por lo general, en las escuelas – significa que están en muy buena sintonía con la exclusión o inclusión. La naturaleza permanente (24/7) y pública del mundo en línea puede hacer que parezca más emocional, sin embargo, se trata todavía de las habituales cosas de adolescentes: intentar encajar, hacer amigos, con la esperanza de hacerlo bien.

PL: ¿Qué pasa con la violencia y los videojuegos? ¿Qué nos dicen las investigaciones? ¿Debemos preocuparnos?

YU: No he encontrado ninguna investigación que me convenza de que los videojuegos violentos causen comportamientos agresivos de largo plazo. No pienso que debamos preocuparnos. Sin embargo, si un niño presenta signos de problemas de comportamiento cuando está "desconectado" (offline) y otros adultos te indican que hay problemas, entonces echaría un vistazo más de cerca al contenido del videojuego y consideraría restringirlo. Pero esta no debe la típica reacción. La búsqueda de orientación profesional sería un paso más urgente.

PL: Me sorprendió mucho que mencione en su libro que no hay pruebas convincentes de que los videojuegos en los que el jugador es "tirador" en primera persona, causen más comportamiento violento en los niños.

YU: Lo sé. Yo también me sorprendí. Sin embargo, no defiendo los videojuegos violentos. A pesar de que algunos de estos videojuegos parecen desarrollar habilidades espaciales, es probable que cualquier juego con gran cantidad de acción en movimiento a través del espacio termine desarrollando habilidades complejas transfiriéndolas de manera extrañamente fácil a las pantallas de la vida real usadas por cirujanos, pilotos, drones y ese tipo de cosas, lo que es realmente interesante. Aún más interesante, las niñas que juegan este tipo de juegos mejoran en estas métricas.

PL: Me aburro tanto jugando esos juegos…

YU: Es por eso que es importante que las niñas empiecen a involucrarse con el diseño actual de esos juegos y los rediseñen para escapar de las explosiones y disparos, porque ahí es donde están las carreras y el dinero. Ellas pueden configurar juegos que ajusten mejor a sus intereses y no al revés. Quizás no nos gusten los videojuegos pero es una industria inmensa y las niñas están interesadas. Mi hija, por ejemplo, juega mucho en su teléfono.

PL: ¿Es buena idea jugar estos juegos con nuestros hijos?

YU: Es buena idea involucrarse con la vida digital de tus hijos, incluyendo los videojuegos. La razón por la que púberes y adolecentes esconden cosas es porque tienen miedo a que se los juzgue, no necesariamente porque estén haciendo algo malo. Nos entrometemos porque, cuando son pequeños, es nuestro trabajo decirles sí o no y decidir por ellos, pero si hacemos eso cuando son adolescentes, se cerrarán. Queremos que sepan que estamos involucrados y que nos interesan, pero no diciéndoles qué es lo que deben hacer. ¡Es un equilibrio!

PL: ¿Cuál es el hallazgo más sorprendente de su investigación?

YU: Que los valores en la televisión para púberes (8 - 12 años de edad) han cambiado drásticamente desde 1990 a 2000. La fama se convirtió en el valor número uno. Mientras que el sentimiento de comunidad ha caído al puesto 11. Los valores se invirtieron en un periodo muy corto, justo cuando los medios sociales se convirtieron en un fenómeno mundial y los realitys comenzaron a dominar el universo de la televisión.

También sentí alivio al encontrar que después de cinco días sin pantallas, los pre adolecentes mejoraron en su capacidad de leer las señales emocionales. Es significa que somos "resilientes" como Sherry Turkle puso en su artículo del New York Times, Para de googlear, vamos a hablar.

PL: Los niños de hoy, que son criados desde que nacen mirando las pantallas, ¿son capaces de discernir plenamente la diferencia entre fantasía y realidad? ¿Serán capaces de socializar con eficiencia sin mirar sus teléfonos?

YU: Los niños necesitan pasar tiempo lejos de sus dispositivos y las investigaciones muestran que pueden y quieren hacerlo. La tecnología no cambia nuestros comportamientos fundamentales. Somos animales sociales, disfrutamos pasar el tiempo con otros en la misma habitación y, muchas veces, es la mejor manera de comunicar. Francamente, perderte en un mejor libro es una mejor manera de ignorar a las personas que a través de las pantallas de las computadoras.

PL: Si tuviera un consejo para dar a los tecnófobos, ¿cuál sería?

YU: Este es el lugar donde estamos y esconder la cabeza en la arena no ayudará. Especialmente si trabajas con jóvenes, si tienes hijos, o interactúas con sus sobrinos, entren en su mundo y ayúdenlos a aplicar todo lo que sabes sobre el mundo al mundo digital. Puede parecer totalmente diferente pero hasta el momento, las investigaciones demuestran que la tecnología es una herramienta, al igual que cualquier otra, que nos ayuda a hacer las cosas que siempre hemos querido hacer: comunicar, aprender, pasar el tiempo y ser humanos.

PL: Entonces, ¿el consejo aquí es: los medios sociales es lo que hacemos de ellos?

YU: Lo que importa es que prestamos atención -y los padres están prestando atención- a la vida de sus hijos así estén conectados o no. Considera que las estadísticas muestran que el adolescente está bebiendo menos pero que el consumo excesivo de alcohol en la universidad está en aumento. Irónicamente, si tratas de mantenerlos alejados de cosas que piensas que son peligrosas cuando son jóvenes, terminarán haciéndolo tarde o temprano cuando no vivan contigo y no puedas ayudarlos a aprender y a tener conductas seguras. El truco está en seguir participando en todo momento y asegurarse de que aprendan en dosis manejables.




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